El pasado viernes 15 de septiembre fue uno de esos momentos que se quedarán grabados en “mi top 10 vital”. La presentación de mi segundo libro. No sé muy bien por dónde empezar para que te hagas una idea de la magnitud emocional de este evento.
Para no perderme y perderte, iré paso por paso.
¿Dónde fue la presentación?
El evento se sucedió en El Rincón del Mindfulness, un espacio maravilloso que respira paz y buena energía en el centro de Madrid. Allí se realizan actividades, cursos y encuentros de desarrollo personal, yoga, meditación, etc.
¿Cuántas personas asistieron?
Fuimos aproximadamente 50 personas, a diferencia de la primera presentación a la que acudieron muchísimos familiares y amistades de mi entorno, en esta ocasión, participaron muchas personas que apenas sabían quién era Sergio ni conocían mis libros. Algo que para mí, representaba una gran potencialidad.
¿Qué tipo de evento era?
No quería que fuese una presentación tradicional, en la cual explicase cómo surgió el libro, lo interesante que es el nuevo manuscrito y una ronda de firmas. Tenía la voluntad de ofrecer una experiencia única para el asistente. Que fuésemos capaces de crear un entorno de apertura entre todos, un lugar donde reflexionar y abrir nuestros corazones.
Para ello invité como colaboradores a mi gran amigo y Maestro Juan Miguel Fernández-Balboa, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y a Mariela Feliz, psicóloga y directora del proyecto Psicología Feliz.
Ahora que tenemos el contexto, vamos a lo importante: qué ocurrió.
Después de agradecer la valiosa presencia de cada uno de los asistentes, dije algo como:
“Si tuviera que resumir en una sola frase qué es El Viaje de los Sentimientos, diría que es esto, lo que está ocurriendo ahora mismo, que no es otra cosa que volver a casa. 9 Meses después de viajar por Asia desde aquel 14 de enero de 2023, vuelvo al mismo lugar donde presenté el primer libro, a Madrid, con mi familia y mi gente, ya con la certeza de que no hay nada realmente valioso en ningún rincón del mundo que no hubiera ya antes en mi propio hogar. Este libro cierra el círculo, se completa el “Viaje del Héroe”, que no es otra cosa que regresar a casa con las experiencias y los aprendizajes que me ofreció el camino.
Aproveché este parón en mi turbulenta vida en Madrid para poner en orden los muebles de mi cabeza, entenderme mejor y retomar aquel manuscrito que estaba pendiente.
De esta manera, me senté a charlar y a convivir con mis sentimientos a lo largo de los diferentes países del trayecto (Grecia, Tailandia, Vietnam, Indonesia…). Elegí 33 sentimientos, los cuales fueron transformados en 33 cuentos.
Así nació este nuevo libro.”
Después de esta pequeña introducción, di paso a mi hermana Vanesa para que leyese el primer cuento del libro: Aceptación. En este momento se derramaron las primeras lágrimas, pues ella es como mi segunda madre, cuidó de mí cuando nuestro padre falleció y yo era tan solo un bebé. Con 9 añitos tuvo que coger ese rol de cuidadora y niña responsable.
Ambos nos dijimos lo que sentimos el uno por el otro, con media centena de personas como testigos.
Bindu, el monito negro protagonista del primer cuento, hizo su aparición. Con él expliqué que en ese momento del viaje, en Sri Lanka allá por abril, tuve una revelación muy importante. Para poder escribir de corazón necesito un motivo más grande que yo mismo, una Leyenda Personal como diría el Alquimista. Soy incapaz de hacerlo por dinero o reconocimiento. Con el primer libro, mi estandarte estaba claro, mi madre y la depresión, pero en esta ocasión me estaba costando encontrarlo.
Por suerte, en Colombo la capital del país, conocí a un conductor de tuk tuk o taxi que nos movía por la ciudad y al que cogimos mucho cariño, Ahmed. Siempre me mandaba audios de WhatsApp y cuando alguna vez le escribía, me insistía en voz que le mandase mensajes de voz. Más adelante, me confesó avergonzado que no sabía leer ni escribir, al igual que un porcentaje muy alto de la población de Sri Lanka. Eso fue el clic.
Me dije a mí mismo “Sergio, hay cientos de miles de personas en el planeta que no saben ni siquiera escribir, vas a hacerlo por ellos. Por los millones de voces que fueron calladas a lo largo de la historia, por los que ahora no pueden, no saben o no se atreven a alzar la voz. Ellos serán tu bandera y Leyenda Personal”.
Y así fue, a partir de entonces, empecé a escribir de verdad, con el alma. Volví a conectar con aquella parte que echaba de menos y que me hacía vibrar cuando empecé a crear mi primer libro.
Avanzando en la presentación/ taller del libro, di paso a Mariela y a su fantástico proyecto. Ella nos habló de los sentimientos y cómo entenderlos mejor. Al igual que yo, los entendió como pistas que nos deja la vida o el Universo. Y nos propuso una actividad fantástica con el juego de mesa DiXit.
Cada asistente cogió tres cartas al azar, y a partir de esas tres imágenes tenía que redactar un cuento breve, sin exámenes ni juicios. Fue fantástico ver aquellos adultos escribiendo con cara de niños y gran interés lo que aquellas cartas le estaban revelando. ¡Fue mágico! Todo el mundo estaba muy sorprendido porque “casualmente” esas cartas estaban relacionadas con su vida y les estaban mostrando qué debían aprender, expresar o aceptar y lo compartieron con sus compañeros.
Finalmente, presenté a Juan Miguel, pero no lo hice de manera literal, sino con su propio cuento, Admiración.
Como no podía ser de otra manera, nos emocionamos y nos fundimos en un abrazo. La sala rompió en aplausos y algunas lágrimas de los asistentes también se dejaron caer.
No podéis imaginaros lo importante que fue para mí decirle a la persona que más admiro en el mundo lo que siento por él en un evento de este calibre. Y además, dejarlo grabado en tinta.
Juan Miguel nos ofreció un valiosísimo discurso sobre La Teoría del Caos como guinda final del pastel.
“De entre los miles y millones de especies que han habitado y habitan en el planeta Tierra solo uno tiene conciencia de sí mismo: nosotros, el ser humano. Tenemos la posibilidad de crear y de destruir. Solo nos separa una pequeña membrana del ying y del yang, del orden y el caos. Estamos a solo un paso de recuperar nuestra esencia divina, pues somos mitad cielo y mitad tierra.”
Hasta aquí un rapidísimo resumen de lo sucedido en un espacio-tiempo de dos horas, tratando de convertir en palabras e imágenes todo lo que removió nuestros corazones.
Solo puedo invitarte tal y como les hice a ellos al finalizar la presentación:
“Vivamos más a menudo como esta tarde, sin máscaras, sin escudos, dejando ver nuestra más pura y sincera VERDAD. Muchísimas gracias.”
Qué tarde tan emocionante y entrañable!!! ✨🙏🏻⚓️ Mucha suerte. 🍀